Aproser estima que el negocio de la seguridad privada experimentará nuevamente una caída de ingresos al igual que en 2010, cuando se facturó 3.386 millones de euros, un 3 por ciento menos que en 2009.
Los datos han sido divulgadas durante la feria de la seguridad SICUR 2012 -que se celebra esta semana en Ifema- para poner de manifiesto la coyuntura por la que atraviesa el sector, que desde el inicio de la crisis acumula un descenso global cercano al 15 por ciento.
El descenso en la demanda de productos y servicios para vigilancia ha originado que la actividad del sector se retrotraiga hasta situarse en márgenes obtenidos en 2006.
A la espera de datos definitivos sobre el ejercicio del año pasado, la patronal indica en un estudio que durante 2010 los tres segmentos principales que engrosan el negocio -vigilancia, sistemas de alarmas y transporte de fondos- registraron una menor facturación.
La caída más pronunciada correspondió a sistemas y alarmas, con un total de 892 millones de euros facturados que corresponden a una bajada del 9 por ciento.
Mientras que el transporte de fondos cayó un 3,2 por ciento (301 millones de euros), la vigilancia, el segmento más importante al representar cerca del 65 por ciento de la facturación total, experimento una variación interanual del 2 por ciento hasta situarse en los 2.193 millones de euros.
Las contrataciones procedentes del sector privado predominaron frente al público, con una proporción del 76 por ciento frente al 24 por ciento.
Por segmentos de demanda, los que más requieren servicios de seguridad privada son el comercio, entidades financieras, administraciones públicas, infraestructuras de transporte y las industrias
Fuente: Expansión
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