El pánico y desconcierto se apoderó en cuestión de segundos de quienes ayer hacían sus compras en el centro comercial Carrefour de Estepona. «Al principio pensamos que era una pelea hasta que vimos las pistolas. Nos metimos en el coche y salimos corriendo antes de que empezaran los disparos», contó Sandra Quiles, que en ese momento iba a entrar a comprar los libros para el colegio de sus hijos. No pudo. Volvió horas más tarde, todavía con el susto en el cuerpo.
Quien fue testigo del cruce de proyectiles fue Rafaela Cintrano, vendedora de lotería. Su puesto está justo delante de la puerta de entrada al establecimiento donde se produjeron los hechos. «Pensé que era una broma hasta que vi que sacaron la pistola y se la pusieron en la cabeza al vigilante de seguridad. Entonces, me agaché muy asustada y me resguardé en mi kiosco; con un miedo atroz». «Fue todo muy rápido pero podría haber pasado algo muy gordo porque había mucha gente transitando», contó otro de los testigos.
En el interior del comercio los nervios se apoderaron entre quienes contemplaban el atraco. «Había gente gritando y tirada por el suelo con ataques de pánico», relató uno de los empleados. El director del centro comercial, Diego Ángel Rivero, aseguró que se vivieron momentos de incertidumbre y miedo. «Dirigimos a los clientes hacia el interior del establecimiento, donde había menos peligro». La compra de ayer no la olvidarán fácilmente.
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