IBIZA | R. S. El edificio judicial de la avenida de Isidor Macabich de Vila estuvo cerrado ayer tres horas y media, entre las 7 y las 10.30 horas, debido a un error de comunicación. Alrededor de 30 personas se agolparon a la entrada hasta que un vigilante de seguridad abrió las puertas y el juzgado recobró la normalidad.
Entre los afectados por el retraso estaban la juez y los funcionarios del juzgado de guardia (el de Instrucción número 1), varios policías y algunos detenidos, que no daban crédito a lo que sucedía.
Un vigilante de seguridad debería haber comenzado su turno de trabajo a las siete de la mañana. Sin embargo, no lo hizo y no comunicó a nadie su ausencia, lo que provocó la preocupación de sus compañeros, que desconocían si le había sucedido algo fuera de lo normal.
El caso es que hasta las diez y media de la mañana otro vigilante no pudo sustituirle y abrir las puertas del edificio judicial, tras desactivar el sistema de alarma, con lo que todo volvió a la normalidad.
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