La palabra "vigilante" proviene de los primeros centinelas establecidos en la Antigua Roma durante el gobierno del emperador César Augusto y quienes con el tiempo se convirtieron en la Guardia Pretoriana. Sus funciones eran la de servir como un cuerpo élite para la seguridad del César, ser una especie de fuerza policial que mantenía el orden público en la ciudad y también actuar como bomberos en caso de incendio

El metro suspende en la frecuencia

Las líneas de metro y tranvía de Valencia tienen pendientes algunas asignaturas, que aprueban por la mínima. Un estudio de Eroski Consumer, donde se ha analizado la accesibilidad, la seguridad o la puntualidad de 31 líneas de metro y otras 23 de tranvía en España ha desvelado que Valencia saca muy buena nota en la información que ofrece al usuario, pero obtiene un 'aceptable' en la seguridad de las estaciones.
Según el estudio, «no se observan vigilantes, mangueras, intercomunicador o teléfono exterior en caso de emergencia en ninguno de los tres vagones en los que se hizo la visita». Alerta de que «ningún asiento dispone de cinturón de seguridad, que en la mitad de las estaciones no se observa iluminación de emergencia y no hay rastrode detectores de humo y fuego».
Comparando las líneas de metro de las diferentes ciudades, la más valorada es Bilbao, seguida de Sevilla, que obtienen muy buena puntuación en todos los parámetros medidos, incluida la limpieza y el mantenimiento, donde Valencia saca un discreto 'bien'.
La visita de los técnicos de Consumer permitió además comparar la frecuencia de paso, donde Valencia no sale muy bien parada. «El servicio de metro de la capital valenciana ostenta el dudoso honor de tener algunas de las frecuencias de paso más largas, entre 15 y 40 minutos en las líneas 1 y 3». Y en tranvía, el problema surge en los retrasos, «de hasta cinco minutos entre un convoy y otro».
Tan importante como la frecuencia del paso son las tarifas, donde Valencia destaca por un dato curioso: la diferencia más importante de precio si se compra un billete sencillo o por el contrario se adquiere un bono de 10 viajes. El coste del billete para subirse al metro una sola vez cuesta 1,40 euros, igualándose a las ciudades con el metro más caro, Madrid y Barcelona. Sin embargo, al comprar el bono cada trayecto cuesta 0,66 euros, la segunda ciudad más barata por detrás de Palma de Mallorca. Es decir, un 53% de diferencia. Vale la pena comprar el bono. Las diferencias, en otras ciudades, son menos importantes. Por ejemplo, en Madrid, el billete sencillo cuesta un euro, mientras que el bono sale a 0.90 euros por viaje. En tranvía los precios son idénticos.
En cuanto a la circulación, sin especificar en cuáles, los técnicos de Consumer detectaron que en uno de cada cuatro viajes los frenazos son «un tanto bruscos» y el recorrido «no resulta del todo cómodo y tranquilo por el exceso de ruidos.
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana tendrá que tomar nota de las debilidades del metro y el tranvía detectadas en este estudio. Durante 2010 se movieron por las vías 496.191 trenes y tranvías, lo que supone una media de 1.360 desplazamientos al día. Más de 100.000 circularon por la línea 1, seguida de la línea 5 y la 3, aunque es ésta última la que concentra el mayor número de usuarios.
Metrovalencia tiene además pendiente la instalación definitiva del sistema de seguridad ATO en los tramos subterráneos de las líneas 1, 3 y 5, que permite la conducción sin conductor. Sin embargo, se mantendrá la presencia de los maquinistas para que intervengan en otros procesos ajenos a la conducción, como la apertura de puertas o la atención a usuarios, ya que la red combina tramos subterráneos con otros en los que circula en superficie.
La instalación del sistema ATO, prevista para diciembre de 2010, se ha retrasado hasta este mismo mes por la demora en la inauguración del tramo soterrado de Alboraya, que estaba previsto para septiembre y entró en servicio el 12 de diciembre.

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