La palabra "vigilante" proviene de los primeros centinelas establecidos en la Antigua Roma durante el gobierno del emperador César Augusto y quienes con el tiempo se convirtieron en la Guardia Pretoriana. Sus funciones eran la de servir como un cuerpo élite para la seguridad del César, ser una especie de fuerza policial que mantenía el orden público en la ciudad y también actuar como bomberos en caso de incendio

Condenan a dos ex vigilantes de Cabo de Cruz por agredir a unos furtivos


El juez los obliga a pagar 650 euros por retorcerles los brazos y apretarles la cara contra la arena
Los trabajadores critican que la cofradía no quiere hacerse cargo de la indemnización que deben abonar
José Francisco Romero y Jesús Rodríguez trabajaron como vigilantes en la cofradía de la localidad coruñesa de Cabo de Cruz, un lugar donde la batalla contra los furtivos está a la orden del día. Como otros tantos operarios de este sector, tuvieron encontronazos a pie de playa con los mariscadores ilegales. Sin embargo, nunca creyeron que se iban a ver en la situación que están actualmente. Les ocurren dos cosas íntimamente relacionadas. Por un lado, la Justicia los condena por haber agredido a dos personas que «al parecer mariscaban furtivamente», según reza la sentencia. Y, por otra parte, la cofradía citada, para la que trabajaban en el momento de la agresión, no quiere hacerse cargo de la indemnización a pagar.
La sentencia que los condena es clara. Tanto el juez como el fiscal consideran que ambos vigilantes cometieron una falta de lesiones el día 25 de diciembre del 2009, cuando se percataron de que Enrique Brión y Luis Alfredo Yánez estaban mariscando de forma ilegal. Dice el juez que «ejercieron fuerza sobre ellos, retorciéndoles los brazos y apretándoles la cara contra la arena de la playa». Y añade que por culpa de la agresión Enrique Brión tuvo lesiones, de las cuales tardó en curarse diez días.
Dada esta situación, la Justicia condena a los dos vigilantes a pagar, por una parte, una multa de 180 euros y, por la otra, una indemnización a Enrique Brión de 470 euros. Los operarios no entran a valorar si la sentencia es justa o no. Lo que peor les parece es que uno de ellos se dirigió al pósito para el que trabajaban y allí les dijeron que ellos eran los que tenían que correr con el gasto. Y por ahí sí que no pasan.
Acciones
Explica Jesús Rodríguez, uno de los vigilantes condenados, que cuando entró a trabajar en la cofradía le «azuzaron para que lles désemos duro aos furtivos. Dinche que fagas todo o que estea na túa man para que non collan o marisco. E agora que hai o problema, que temos que pagar unha indemnización, pasan de todo e miran para o outro lado». Tanto Rodríguez como su compañero no tienen previsto quedarse quietos y ya prevén reuniones con los sindicatos. Asimismo, estudian demandar al pósito tanto por esta circunstancia como por el hecho de que hacían «moitísimas horas máis das estipuladas nos nosos contratos». Actualmente, ninguno tiene vinculación laboral con el pósito.
¿Qué dice la cofradía? El patrón mayor, Carmelo Vidal, señaló que estos trabajadores se marcharon voluntariamente del pósito y que, por tanto, «agora é o seu problema, se estivesen activos na nosa confraría pois si que nos faríamos cargo, pero desta forma non». También dijo que jamás instan a los vigilantes a ejercer al fuerza: «Díselles que avisen ás autoridades».

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