Un grupo de más de 40 inmigrantes subsaharianos originó anoche un motín en el interior del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde llegaron a acorralar a uno de los vigilantes de seguridad, al que coaccionaron y amenazaron.
Los hechos, según han informado fuentes policiales, se produjeron después de que por la tarde el juez decretara la libertad de los 29 inmigrantes que habían sido detenidos el pasado lunes por presuntos delitos de desobediencia. Los ilegales regresaron andando al CETI -distante unos cinco kilómetros- y durante el camino hacia el recinto acorralaron por la calle a una joven, bajándose los pantalones y realizando gestos obscenos.
Tanto la joven como una acompañante denunciaron los hechos ante la Jefatura Superior de la Policía, tras lo cual se repitieron los enfrentamientos de los inmigrantes con otras personas que eran acusadas por los subsaharianos de "racistas". Una vez en el interior del CETI insultaron a los trabajadores, los amenazaron de muerte y tiraron al suelo las bandejas de comida en el comedor. Sin embargo, el episodio más grave se produjo cuando un grupo de subsaharianos acorralaron a un vigilante de seguridad del centro, el cual tuvo que ser auxiliado por subsaharianos anglófonos que llegaron a enfrentarse al colectivo de francófonos, que fueron los que protagonizaron los incidentes.
El director del CETI, Carlos Bengoechea, ha declarado a los periodistas que "ante los ánimos exaltados de algunos de los inmigrantes que pretendían obtener adhesiones del resto y la posibilidad de que se produjeran algunos episodios de violencia se tuvo que reclamar la presencia policial". Varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía hicieron acto de presencia en el CETI, donde actualmente conviven 420 personas, y permanecieron en el lugar hasta cerca de la medianoche, cuando se calmaron los ánimos.
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