Raúl, un escolta privado que reclama jornada reducida para conciliar trabajo y familia y que lleva ocho días en huelga de hambre (ADRIAN RUIZ DE HIERRO) |
VITORIA.- Antes de comenzar esta protesta, el trabajador de la empresa de seguridad, con siete años de antigüedad, llevó su problema a los tribunales y la magistrada encargada del caso dio la razón a la empresa.
En declaraciones a los medios de comunicación, Raúl, nombre que utiliza para preservar su identidad real debido al trabajo de escolta que desempeña, ha explicado que este lunes se ha manifestado frente a la sede del Gobierno vasco en Lakua, para que las instituciones "tomen cartas en el asunto", ya que la empresa para la que trabaja, Sabico, "es privada pero está subcontratada por el Ejecutivo vasco".
Raúl ha explicado que la nueva normativa que tendrá vigencia el próxime mes de septiembre, "obliga a las empresas adjudicatarias a conciliar la vida laboral de sus empleados".
Según ha indicado, los problemas con la empresa surgieron después de convertirse en padre, cuando solicitó otra jornada laboral para poder pasar más tiempo con su hija de tres años. La empresa le ha ofrecido una reducción de dos días al mes y pasar a trabajar de 17 a 15 días al mes.
Sin embargo, Raúl rechaza esta propuesta ya que considera que no satisface su derecho a la reducción de jornada. "Si antes trabajaba 17 días de 8.00 a 20.00 horas, ahora me colocan en un servicio de 15 días pero empezando a las 6.00 y acabando a las 23.00 horas. Lo que van a conseguir así es que me mate en la carretera", ha denunciado.
Asimismo, ha señalado que se trata de una "mera cuestión organizativa y de voluntad" porque la empresa tiene capacidad de llevarlo a cabo ya que con 50 servicios que tiene la empresa, "más del 30 por ciento me podrían venir bien".
"Lo que pido es una reducción de jornada, que viene contemplada en el Estatuto de los Trabajadores, está subvencionada y además, se crearía un puesto de trabajo. Solamente es cuestión de voluntad", ha insistido.
CARTAS
Por otro lado, ha explicado que el pasado lunes envió sendas cartas al Gobierno vasco y al Ministerio de Igualdad en las que relataba su caso y anunciaba el inicio de su huelga de hambre. Sin embargo, ha denunciado que no ha recibido respuesta.
En este sentido, ha hecho referencia a las "quejas" del Ejecutivo sobre la escasez de solicitudes por parte de hombres para acogerse a medidas de conciliación laboral. "Es muy triste que en el año 2010 tenga que estar frente al Gobierno vasco reclamando algo que es tan evidente, como es el derecho a poder estar con mi hija", ha lamentado.
Finalmente, ha denunciado la "precariedad" laboral que sufre el sector de los escoltas en el País Vasco que pueden trabajar "hasta 18 horas de seguido" y que "cuando la persona a proteger está de vacaciones o no sale, no cobramos el servicio pese a tener que estar disponibles".
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