El edificio sólo estará vigilado entre las 07.30 y las 19.30 horas . Los controladores del tráfico marítimo estarán solos por las noches y los festivos desde mañana por los recortes de presupuesto
M. BARRAL / A. LUACES | A CORUÑA Los recortes presupuestarios del Ministerio de Fomento en la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo van desde la reducción de personal hasta pequeños gastos que afectan a los centros de coordinación o control del tráfico marítimo. Esto último es lo que ha ocurrido en la torre de control marítimo de A Coruña, que a partir de mañana dejará de contar con personal de seguridad privada durante la noche para controlar el acceso a las instalaciones y vigilar los medios propiedad de la sociedad.
El organismo dependiente de Fomento tiene contratado el servicio a la empresa de seguridad Esabe Vigilancia, pero ya le comunicó en julio que la vinculación por el control nocturno, en horario de 19.30 a 07.30 horas, y el que se realiza durante toda la jornada en domingos y festivos concluye hoy. A partir de mañana la vigilancia seguirá durante el día mientras que a partir de las 19.30 horas el único personal que permanecerá en las instalaciones serán los controladores de tráfico marítimo-suele haber dos por las noches- y otros trabajadores de Salvamento que acudan a la torre de control de forma excepcional.
Acceso al interior
Los profesionales afectados temen que la supresión del servicio de vigilancia provoque la aparición de daños en el exterior del edificio -donde se aparcan los vehículos oficiales de Sasemar y de la Capitanía Marítima- y la entrada al interior de personas ajenas a la sociedad, que accedan a los despachos y al espacio habilitado para los controladores de guardia.
En la planta baja del edificio se encuentra el control de seguridad -donde están todas las alarmas, entre ellas las de detección de incendios-, por lo que, aseguran los empleados, en caso de producirse un incendio el personal no tendría forma de enterarse del suceso al carecer de servicio de vigilancia. Para ejemplificar mejor la situación en que quedará la Torre de Control a partir de mañana explican también que en caso de que un controlador quede atrapado en el ascensor, las posibilidades de auxilio se retrasarán considerablemente. Además, el acceso a las instalaciones dependerá de las llaves que tenga cada profesional, por lo que tendrán que estar pendientes de dejar todo convenientemente cerrado y en orden tanto a la entrada como a la salida.
Los trabajadores lamentan que el Gobierno pretenda reducir gastos en aspectos que afectan a la seguridad del personal, que consideran vitales y suponen un ahorro mínimo. Mientras, aseguran, se mantienen gastos "innecesarios" y medios "infrautilizados" sobre los que se podría actuar para ajustar los presupuestos a lo que el Ministerio de Fomento quiere. Uno de los gastos que los afectados consideran excesivo es el derivado del parque automovilístico dependiente de la torre de control, que cuenta con una decena de unidades a pesar de que la mayor parte de las labores que realiza el personal se producen en las instalaciones del dique de abrigo.
Esta medida adoptada por Salvamento se une a la denunciada por los sindicatos el 19 de agosto, por la que el organismo dependiente de Fomento pretende reducir la plantilla de la empresa Remolques Marítimos un 15% y su presupuesto un 24%. Estos recortes conllevan el despido de más de un centenar de profesionales -12 en Galicia- y dejar la mayor parte de las embarcaciones con la tripulación mínima permitida por ley.
El diputado del BNG, Bieito Lobeira, ha calificado el nuevo Plan Nacional de Servicios Especiales de Salvamento de la Vida Humana en la Mar y de Lucha contra la Contaminación del Medio Marino de "reiterativo" en "su orientación propagandística y puramente cosmética". El parlamentario nacionalista asegura que el plan -que cuenta con un presupuesto de 1.690 millones de euros hasta 2018- "no da lugar a la esperanza" a pesar del "pomposo" anuncio de que dentro de ocho años se dispondrá de una flota de 55 embarcaciones tipo Salvamar cuando, asegura, "ya existen, por lo que no hay incremento de medios".
Lobeira lamenta "la consolidación de un modelo de salvamento marítimo fuertemente centralizado en Madrid, parcialmente privatizado, con reducción de trabajadores y sin tiempos de respuesta ante una situación de alerta".
El organismo dependiente de Fomento tiene contratado el servicio a la empresa de seguridad Esabe Vigilancia, pero ya le comunicó en julio que la vinculación por el control nocturno, en horario de 19.30 a 07.30 horas, y el que se realiza durante toda la jornada en domingos y festivos concluye hoy. A partir de mañana la vigilancia seguirá durante el día mientras que a partir de las 19.30 horas el único personal que permanecerá en las instalaciones serán los controladores de tráfico marítimo-suele haber dos por las noches- y otros trabajadores de Salvamento que acudan a la torre de control de forma excepcional.
Acceso al interior
Los profesionales afectados temen que la supresión del servicio de vigilancia provoque la aparición de daños en el exterior del edificio -donde se aparcan los vehículos oficiales de Sasemar y de la Capitanía Marítima- y la entrada al interior de personas ajenas a la sociedad, que accedan a los despachos y al espacio habilitado para los controladores de guardia.
En la planta baja del edificio se encuentra el control de seguridad -donde están todas las alarmas, entre ellas las de detección de incendios-, por lo que, aseguran los empleados, en caso de producirse un incendio el personal no tendría forma de enterarse del suceso al carecer de servicio de vigilancia. Para ejemplificar mejor la situación en que quedará la Torre de Control a partir de mañana explican también que en caso de que un controlador quede atrapado en el ascensor, las posibilidades de auxilio se retrasarán considerablemente. Además, el acceso a las instalaciones dependerá de las llaves que tenga cada profesional, por lo que tendrán que estar pendientes de dejar todo convenientemente cerrado y en orden tanto a la entrada como a la salida.
Los trabajadores lamentan que el Gobierno pretenda reducir gastos en aspectos que afectan a la seguridad del personal, que consideran vitales y suponen un ahorro mínimo. Mientras, aseguran, se mantienen gastos "innecesarios" y medios "infrautilizados" sobre los que se podría actuar para ajustar los presupuestos a lo que el Ministerio de Fomento quiere. Uno de los gastos que los afectados consideran excesivo es el derivado del parque automovilístico dependiente de la torre de control, que cuenta con una decena de unidades a pesar de que la mayor parte de las labores que realiza el personal se producen en las instalaciones del dique de abrigo.
Esta medida adoptada por Salvamento se une a la denunciada por los sindicatos el 19 de agosto, por la que el organismo dependiente de Fomento pretende reducir la plantilla de la empresa Remolques Marítimos un 15% y su presupuesto un 24%. Estos recortes conllevan el despido de más de un centenar de profesionales -12 en Galicia- y dejar la mayor parte de las embarcaciones con la tripulación mínima permitida por ley.
El diputado del BNG, Bieito Lobeira, ha calificado el nuevo Plan Nacional de Servicios Especiales de Salvamento de la Vida Humana en la Mar y de Lucha contra la Contaminación del Medio Marino de "reiterativo" en "su orientación propagandística y puramente cosmética". El parlamentario nacionalista asegura que el plan -que cuenta con un presupuesto de 1.690 millones de euros hasta 2018- "no da lugar a la esperanza" a pesar del "pomposo" anuncio de que dentro de ocho años se dispondrá de una flota de 55 embarcaciones tipo Salvamar cuando, asegura, "ya existen, por lo que no hay incremento de medios".
Lobeira lamenta "la consolidación de un modelo de salvamento marítimo fuertemente centralizado en Madrid, parcialmente privatizado, con reducción de trabajadores y sin tiempos de respuesta ante una situación de alerta".
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